Roa, 26 de noviembre de 2025 - La Denominación de Origen Ribera del Duero confirma su papel como uno de los grandes motores del sector vitivinícola español y como un pilar económico, social y fiscal para Castilla y León. Así lo constata el informe elaborado por PwC que, por primera vez, cuantifica de forma integral el impacto económico, laboral, turístico y fiscal asociado a la producción de vino de la D.O. y al enoturismo vinculado al territorio. El estudio analiza tanto los efectos directos del sector como el impacto indirecto e inducido que se genera a lo largo de toda la cadena de valor.
Un sector estratégico que genera más de 1.330 millones de euros de PIB al año en España
El informe determina que la producción y elaboración de vinos Ribera del Duero genera 1.254 millones de euros de PIB anual en España, una cifra que refleja su peso como industria de alto valor añadido. De este total, 897 millones se mantienen en Castilla y León, lo que equivale al 72% del impacto económico total. Así, Ribera del Duero no solo impulsa la economía regional, sino que traslada su impacto al conjunto del país mediante compras a proveedores, logística, distribución, hostelería, transporte y servicios asociados.
A esta cifra habría que sumar los 79 millones de euros de PIB que genera la actividad enoturística y que constituye el pilar sobre el que se escribe el futuro de la denominación.
Asimismo, el estudio pone de manifiesto que por cada euro de PIB generado directamente por la actividad de producción y elaboración, se producen 4,1 euros en el conjunto de la economía, evidenciando la fuerte capacidad de arrastre del sector. Además, cada litro de vino comercializado genera 18,4 euros de PIB, lo que subraya la intensidad económica del proceso productivo y el elevado valor del producto final.
Una denominación líder por producción, estructura empresarial y proyección exterior
Con 316 bodegas registradas y 359 instalaciones (el 90% embotelladoras), la Ribera del Duero se consolida como la segunda Denominación de Origen con más bodegas de España.
En 2024, la D.O. comercializó más de 68 millones de litros, por un valor de 808 millones de euros, combinando ventas nacionales e internacionales. Del mismo modo, la orientación exterior sigue cobrando especial relevancia: se exportaron 12,4 millones de litros con un valor de 173 millones de euros, lo que supone más de un quinto del valor total de las ventas.
El precio medio de exportación de los vinos de Ribera del Duero se sitúa en 13,9 €/litro, multiplicando por 3,9 el precio medio de la exportación española de vinos con denominación de origen en 2024 (3,6 €/litro). Esta cifra refleja el posicionamiento premium de Ribera del Duero en el mercado global. Así, sus diez principales mercados internacionales son Suiza, México, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Dinamarca, Puerto Rico, China, Países Bajos y República Dominicana.
El enoturismo como pilar del crecimiento futuro de la D.O.: un motor complementario que genera 79 millones de euros y más de 1.350 empleos.
La Ruta del Vino Ribera del Duero recibió, en 2024, 381.083 visitantes atraídos por su oferta cultural, gastronómica y enológica. El gasto medio diario se sitúa en 179 euros, que se distribuyen principalmente entre restauración, alojamiento, compra de vino, visitas a bodegas, museos y otros servicios. Este gasto se traduce en 68 millones de euros directos, a los que se suma el impacto indirecto e inducido hasta alcanzar los 79 millones de PIB total. Así, cada enoturista genera un impacto medio de 585 euros en la economía regional.
En términos de empleo, el enoturismo sostiene 1.364 empleos, de los que 1.193 (87%) permanecen en Castilla y León. Destaca especialmente el peso en hostelería y comercio, que concentran el 78% de los trabajos indirectos derivados del consumo turístico.
Casi 21.000 empleos ligados a la D.O.: un motor laboral para Castilla y León
El informe calcula que la actividad vinculada a la producción vinícola de la D.O. Ribera del Duero sostiene 19.552 empleos en España, de los que 13.595 se encuentran en Castilla y León (el 70% del total). Estos empleos incluyen no solo los 5.040 trabajadores directos, sino también los generados en sectores dependientes como agricultura, industrias auxiliares, logística, turismo, comercio y hostelería. Según el informe de PwC, por cada trabajador directo, se crean 3,9 empleos adicionales en la economía. Y en total, la D.O. cuenta con más de 5.000 viticultores, lo que representa más del 5% de todos los viticultores de Denominaciones de Origen Protegidas en España. A esta cifra habría que sumarle los 1.364 empleos que genera la actividad enoturística, la cual tiene una gran capacidad para generar riqueza y empleo en el total de la economía nacional, así cada empleo directo del enoturismo en la D.O. Ribera del Duero se sostienen 11,9 empleos en toda la economía.
La magnitud del empleo asociado a la D.O. Ribera del Duero adquiere una dimensión especialmente relevante cuando se compara con el mercado laboral de Castilla y León: los 13.595 puestos de trabajo vinculados a la denominación representan el 22% de todos los ocupados en agricultura, ganadería y pesca de la comunidad, así como el 9% del empleo total de la industria regional. De hecho, su peso se extiende al conjunto del mercado laboral autonómico, donde suponen el 1,32% del total de trabajadores de Castilla y León, una proporción que evidencia la importancia estructural del sector vitivinícola para la economía del territorio.
Además, Ribera del Duero ha registrado un incremento del 80% en productividad por viticultor entre las campañas 2018/19 y 2022/23, alcanzando los 93.564 euros por viticultor, muy por encima de la media del resto de denominaciones.
Una contribución fiscal que supera los 459 millones de euros al año
La actividad económica asociada a la D.O. Ribera del Duero genera 459 millones de euros en impuestos y cotizaciones sociales, entre los que se incluyen cotizaciones sociales, IRPF, IVA e Impuesto de Sociedades.
La actividad vinculada a la producción vinícola concentra prácticamente la totalidad de la contribución fiscal generada por la D.O., con 431 millones de euros anuales, frente a los 28 millones de euros derivados del enoturismo. Esto supone que más del 94% de la recaudación fiscal total proviene directamente de la actividad vinícola.
PwC subraya en el informe que por cada euro de impuestos directos, la economía genera 6,2 euros adicionales en recaudación total, gracias al efecto arrastre del sector. El impacto fiscal es de tal magnitud que sería capaz de financiar más de 3 de cada 100 euros del gasto público autonómico de Castilla y León en 2024.
Ribera del Duero: un modelo de valor añadido y competitividad internacional
Por último, el informe concluye que la D.O. Ribera del Duero ha respondido con éxito al actual contexto de menor consumo global gracias a una estrategia basada en la calidad, la diferenciación y la internacionalización. Este modelo ha impulsado un crecimiento sostenido, un aumento del 80% en la productividad por viticultor y un precio de exportación de los vinos de la D.O. Ribera del Duero casi cuatro veces superior al precio medio de la exportación de vino español con denominación de origen, consolidando a Ribera del Duero como una de las denominaciones de origen de mayor valor añadido y competitividad internacional.
El informe completo de PwC está disponible para su consulta en el siguiente enlace:
https://riberadelduero.es/sites/default/files/2025-11/03112025%20-%20Informe%20impacto%20socioecon%C3%B3mico%20Ribera%20del%20Duero%20_0.pdf
Sobre el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Ribera del Duero es el organismo responsable de velar por la autenticidad de los vinos de esta región, asegurando que cada botella que lleva su contraetiqueta ha superado rigurosos controles de calidad.
Más de 310 bodegas forman parte de esta demarcación situada en la cuenca del río Duero y seleccionada como Mejor Región Vitícola del Mundo en 2012. Los vinos de la DO Ribera del Duero se caracterizan por su gran calidad, producción limitada y una fuerte apuesta por la innovación. El afán de superación, la experiencia y una actitud creativa, junto con la dedicación, tradición y talento de sus viticultores y bodegueros, convierten a los vinos de Ribera del Duero en únicos.